Hoy te vengo a hablar de este “librito” que fue el protagonista del club de lectura de Uki en enero de 2024. ¿No sabes que es UKI? Nuestra membresía para humanos que han decidido convivir con sus perros de forma consciente, aquí tienes más información.

Te digo librito porque son nada más y nada menos que 476 páginas y 90 más de notas. Vamos, que mi primera recomendación si estás pensando en leértelo es que te lo tomes con calma o elijas unas buenas vacaciones.

Para entender este libro y cómo está escrito tenemos que saber sobre su autor. Sapolsky es profesor de biología y neurología en la Universidad de Stanford y además realiza tareas de investigación en el Institute of Primate Research en el Museo Nacional de Kenia. Esto tiene un impacto claro en el libro:

  1. El libro intenta ser divulgativo, pero el componente profesor de universidad pone muchas trabas a esto. Aunque usa en muchos momentos el humor, no es un libro que sea fácil de leer si no tienes ciertos conocimientos sobre fisiología o eres una auténtica freak del estrés. Y aquí está el primer punto que considero conflictivo para el libro, se queda a medio camino en su objetivo de aproximar el concepto fisiológico del estrés a la población en general. No creo que sea un libro ni mucho menos para todo el mundo.
  2. Se habla mucho de primates y menciona en numerosas situaciones sus observaciones de campo.
Portada del libro ¿Por qué las cebras no tienen úlcera?

¿Para quién es este libro?

Pues según lo que ya he mencionado, no es un libro para todo el mundo, pero si hay algunos perfiles para los que creo que puede ser interesante y enriquecedor:

  • Profesionales que tienen que lidiar con el estrés: psicólogas, educadores caninos, médicos, etc. Y, enfocándome en el área que me toca, considero que cualquier profesional de comportamiento y/o salud canino debería leerse este libro para comprender cómo el estrés debe estar considerado en los trabajos que realizamos.
  • Personas que sufren de estrés o problemas relacionados con éste: soy de los que piensan que cuando uno tiene un problema o dificultad, el primer paso es pedir ayuda. El segundo es comprender esa dificultad. Un terapeuta no puede estar las 24 horas con nosotros y jamás llegará a conocernos al 100%, debemos ser conscientes de lo que nos pasa y cómo puede afectarnos para poder tomar las decisiones adecuadas.
  • Auténticas frikis caninas: si eres de las que te gusta entender absolutamente todo de tu perro, entender cómo funciona su cerebro, sus órganos, sus mecanismos internos… y no te importa la densidad en la palabra escrita; adelante, este libro puede resultarte útil. Para tu perro y para ti.

Adentrándonos en el libro

Podemos diferenciar el libro en dos grandes bloques:

  • Parte1. La primera mitad del libro es una aproximación de cómo funcionan los mecanismos del estrés y todo lo que les rodea. Digamos que el autor pretende sentar las bases para poder comprender el resto del libro. Por esto, me parece la parte más densa y puede desanimar a ciertas lectoras a terminarlo. ¡Ánimo! luego llega lo más interesante. Leeremos sobre homeostasis, alostasis, glándulas, hormonas, enfermedades cardiovasculares… A parte de ser interesante a la hora de sentar unas bases de conocimiento, en mi experiencia personal al leer el libro, iba relacionando conceptos con experiencias que había vivido con perros con los que he trabajado. Si eres profesional de la educación canina o la clínica, creo que es una buena estrategia para leer el libro: ir relacionando con experiencias que hayas tenido.
  • Parte 2. La segunda mitad del libro se centra más en las implicaciones del estrés. Toca muchos palos, desde personalidad y temperamento hasta condiciones socioeconómicas de las poblaciones humanas. Aspectos que son clave si de perros hablamos son la relación con el sistema inmune, el aprendizaje y la memoria, los problemas digestivos o la depresión. Son muchos los perros que acompaño o que he acompañado donde podemos encontrar diferentes “síntomas” de este tipo. De hecho, me arriesgaría a decir, que la mayoría de los perros que conviven con humanos, si bien puede que no tengan un problema de estrés crónico, si tienen niveles elevados de estrés. Pero vamos, nada raro teniendo en cuenta que los humanos al cargo vivimos estresados perdidos.
  • Parte 3. La claves para solucionar todos los problemas de estrés. Lo siento, no hay de eso. Al terminar el libro dá algunos consejos para gestionar el estrés, pero no es nada nuevo sobre el mundo si ya has leído anteriormente sobre el tema. Buscar salidas para los momentos de frustración, aumento de la sensación de control, ejercicio (ojo, no ejercicio obligado, no es lo mismo salir a hacer una ruta de senderismo por la montaña con tu perro que ponerle en una cinta de correr), meditación, apoyo social, etc. El autor deja claro que no es un libro del tipo “soluciona tus problemas de estrés en 7 sencillos pasos”, por desgracia esto no funciona así. Pero el primer paso para solucionar un problema, es comprenderlo, y este libro te ayudará en ese sentido.
Perro mordisqueando un palo

Algunos datos destacables

Estrés y crecimiento

Durante fases de estrés se inhibe el crecimiento, por lo tanto, en perros que viven sus etapas de desarrollo con altos niveles de estrés vamos a encontrar problemas a nivel físico. Esto es habitual encontrarlo hoy por hoy y puede ser uno de los factores de que estemos viendo perros con tantos problemas a nivel esquelético, muscular o con diversas enfermedades asociadas. Separamos a los perros de forma temprana, abandonos, cachorros sobreestimulados… por no hablar de los macro criaderos donde las condiciones de vida son terribles.

Diferentes repuestas entre machos y hembras

El autor refiere que suele haber una tendencia a menor “agresividad” en hembras que en machos. Esto hay que cogerlo con pinzas, recordemos que el autor está especializado en primates. Menciona que el hecho de tener crías dependientes impide la opción de huída en las hembras, por eso se encuentran respuestas de cuidar y ofrecer amistad, de búsqueda de afiliación social. Esto encaja con esa “teoría” que dice que los conflictos entre machos son más abundantes pero más “teatreros” mientras que en hembras es más difícil que se desate el conflicto pero cuando lo hace, las consecuencias son mucho más serias.

El desgaste orgánico

La activación de los sistemas relacionados con el estrés requieren de una serie de costes. Esta activación, relacionada de forma mantenida o en muchas situaciones en las que no debería activarse, va a repercutir en un desgaste acelerado del organismo. Por ejemplo, se producirán problemas relacionados con el desgaste de los vasos sanguíneos y el corazón. Esto llevará, entre otras cosas, a una hipertrofia izquierda ventricular.

Estrés y cachorros

Estudios realizados en roedores (terribles estudios que ojalá no se realizasen) demuestran que si se estresa de forma prenatal esos roedores desarrollan menos conexiones neuronales en una zona clave del cerebro que se ocupa del aprendizaje y la memoria. Tienen más pérdidas de memoria a edad madura.

Por otro lado, en experimentos con separación de las madres se descubrió que aquellas a las que se separaba experimentaban mayores niveles de estrés en la edad adulta. Además, la hormona del crecimiento caía en picado, incidiendo mucho en su desarrollo. Estos efectos se paliaban bastante ofreciendo contacto humano e imitando comportamientos que la madre realiza con las crías, como los lamidos. Esto me reafirma en la importancia de utilizar estrategias sustitutivas de la madre en protectoras y casas de acogida; si bien no será lo mismo, tenemos que paliar todo lo posible los efectos negativos en estos cachorros sin madre.

Cachorro de pastor alemán corriendo

Estrés, sueño y aprendizaje

Si has leído sobre psicología del aprendizaje o ya tienes experiencia en entrenamiento animal seguramente esto no sea nada nuevo para ti. El descanso es fundamental en el aprendizaje. Estar expuesto a mucha información nueva durante el día se asocia a una mayor actividad cerebral durante la fase REM. Sin embargo la actividad de esas partes del cerebro no se produce por la llegada de nueva información, ya que esos canales se encuentran cerrados. La explicación parece ser que la información que se recoge durante el día se procesa durante esa fase del sueño. Es como si la cabeza se dedicara a archivar la información valiosa y desechar la que no aporta nada. Ahora bien, ¿cual es una de las implicaciones directas del estrés? Problemas de sueño. En experimentos se demostró que aquellas ratas que no podían descansar de forma correcta tenían mayores problemas para memorizar ejercicios aprendidos ese día en comparación con las que si descansaban de forma correcta. Por eso los especialistas en comportamiento canino somos tan pesados insistiendo en que los perros, especialmente los cachorros, deben descansar mucho.

Prever un agente estresante lo hace menos estresante

Siempre hemos sabido que dotar de predicción a la vida de un perro era fundamental en una terapia de reducción de estrés. En ¿Por qué las cebras no tienen úlcera? se profundiza en este concepto. En experimentos con ratas se demostró que la capacidad de prever que iba a aparecer un aversivo hacía que fuera menos estresante. Sin embargo se hace una puntualización interesante: las señales de aviso son menos eficaces ante agentes estresores muy poco frecuentes y los muy frecuentes. Esto se explica porque frente a los estresores muy poco frecuentes será difícil condicionar una señal de aviso y que el perro lo asocie. Respecto a los muy frecuentes habrá múltiples señales más allá de la que queramos dar nosotros que le pondrán en preaviso. Creo que en buenas situaciones para utilizar este tipo de señales de aviso puede ser en el ámbito de los cuidados (medicaciones, curas…) o en alguna terapias de ansiedad por separación…

Ojo con la disminución drástica de las intervenciones

En el libro se menciona un experimento realizado en una residencia de ancianos donde un grupo de estudiantes acude a realizar actividades con los residentes. Como es lógico sus niveles de estrés se reducen y su calidad de vida aumenta. Pero el autor señala lo que ocurre una vez terminado el experimento: los estudiantes dejan de acudir al centro y la calidad de vida de los residentes disminuye hasta puntos por debajo de la situación previa al experimento. Esto es importante en dos áreas del mundo canino:

  • Intervenciones con nuestros perros o, si trabajamos con alumnas, con los perros de esas familias: debemos establecer estrategias que puedan ser mantenidas a lo largo de la vida del perro. Proponer unas rutinas que después de unos meses dejarán de hacerse puede comprometer el bienestar del perro.
  • Intervención en refugios. Es habitual que a los refugios de perros acudan personas interesadas en ayudar. Pero también es habitual que esto sea pasajero. Debemos poner en la balanza todas las variables. SI una persona va a pasear un perro durante tres meses, una vez a la semana, y luego dejará de hacerlo por otros tres meses, seguramente en la balanza nos interese que si lo haga, porque sino el perro ni siquiera tendrá la oportunidad de pasear. Pero por ejemplo, si se monta un grupo de trabajo que vamos todos los fines de semana a realizar acciones con los perros y a los 8 meses se disuelve dicho grupo, deberemos pensar muy bien el impacto que puede ejercer esto en el bienestar general de los perros de la protectora.
Perro con miedo

Conclusiones sobre “¿Por qué las cebras no tienen úlcera?” y el estrés en perros

Como he dicho anteriormente me parece un libro fundamental para profesionales, pero no para el público en general. Pero si me parece fundamental que todas tomemos conciencia de la importancia del estrés y de sus implicaciones en salud y comportamiento. Sería interesante un libro divulgativo, escrito en un lenguaje más sencillo, para todos los públicos.

Por otro lado creo fundamental que hagamos una reflexión sobre nuestras vidas humanas, las vidas de nuestros perros y la convivencia de ambas especies. Los humanos, en algunos casos “hemos decidido vivir así” (Aunque esto es muy discutible no me quiero meter en ese barrizal) pero a los perros se lo hemos impuesto. Son unos seres con una capacidad de adaptación tremenda, pero esto no puede ser excusa para que no tengamos en cuenta el impacto de nuestra convivencia. Viven sin poder comunicarse como les es natural, nacen y se desarrollan fuera de lo que la naturaleza ha diseñado para ellos, les hacemos relacionarse bajo unas reglas marcadas por los humanos y que poco tienen que ver con su etología (quiero que juegues con esos perros, quiero que saludes a menganito, no te cruces cuando veas a fulanito, uso de correas, etc.). Tenemos que convivir, y se adaptarán a muchas situaciones. Pero si no se adaptan, no es su responsabilidad, nosotros hemos roto su equilibrio. Y ya que exigimos tanta adaptación, es nuestro obligación facilitársela y poner en práctica todas las estrategias necesarias para llevarles al equilibrio. Y si no podemos estar a la altura de estas necesidades… quizás debemos pensar si realmente nuestra loca vida de humanos acelerados es compatible con la vida de un perro.

Espero que esta reseña te haya servido para tomar una decisión sobre si leer el libro o no. ¡Y espero que te haya gustado! Ya sabes, cualquier cosa que quieras comentarme puedes escribirme a info@anut.es

¡Nos vemos en la siguiente reseña!