Hoy os traemos la traducción de un artículo de Alexandra Horowitz publicado el 27 de Marzo en The New York Times . En el texto Alexandra realiza una reflexión sobre el uso de imágenes, tanto en el cine como en las redes sociales e internet, de perros en situaciones que incómodas para ellos y que pueden resultar divertidas para nosotros. Así mismo habla de la humanización de los perros en el cine y de como esta perspectiva antropocentrista afecta a la percepción del perro que tenemos los humanos. Aquí podéis consultar el artículo en inglés. Os dejamos con nuestra traducción.
¿Cómo es ser un perro?
He estado buscando las respuesta a esa intrigante pregunta por medio de la ciencia. Soy una investigadora del comportamiento y la cognición de los perros: estudio cómo los perros perciben el mundo y cómo se relacionan entre sí y con las personas. Incluso en esos momentos que intento descansar de estos temas la pregunta agita mi cabeza. Allá donde miro me encuentro frente a los perros.
Perros en películas, en GIFs y memes, salpicando feeds de Twitter y publicaciones de Facebook. Existe una Puppy Bowl como alternativa televisiva a la Super Bowl; los perros en los anuncios venden de todo, desde papel higiénico hasta tacos. Curiosamente la omnipresencia de mi tema favorito ha empezado a molestarme en lugar de alegrarme. Como normalmente los perros producen un efecto anti mal humor en mí comencé a preguntarme por qué me sentía así. ¿Por qué no puedo ver ni una foto más de un “perro divertido”?
La razón es que esos perros son más que emoticonos peludos: tienen emociones y sentimientos. Cada representación degrada a esta compleja e impresionante criatura a un objeto de nuestra imaginación más banal. Como ha observado la filosofa Lori Gruen, ser visto como algo distinto a lo que uno es, o ser objeto de risa, despoja la dignidad. Este trato puede no ser humillante para el perro (de hecho, esa es una pregunta legítima, si los perros pueden sentirse humillados, yo me declaro agnóstica); pero claramente degrada a la especie.
A pesar de la ubicuidad de los perros en nuestra cultura, desconocemos mucho sobre ellos. Mi campo de estudio aún está en los albores. Sabemos que de entre todos los animales ellos están especialmente atentos a la mirada humana, pero su sensibilidad preternatural hacia nuestras emociones y comportamiento desafía una explicación sencilla. Incluso mientras descubrimos la historia de su domesticación, todavía sabemos muy poco sobre cómo los perros experimentan el mundo a través del olfato, su sentido primario.
Perros en el cine
Me siento ante cada una de las muchas películas sobre perros optimista de que una ficción bien documentada podría arrojar algo de luz sobre cómo son – y tal vez sus creadores vean algo sobre el mundo canino que nosotros, los científicos, no vemos. La nueva película “Isle of Dogs”, surgida de la fantástica sensibilidad de Wes Anderson, parecía prometedora. Entré esperanzada, salí molesta.
“Isle of Dogs” es una película encantadora, y la animación es alucinante, pero los perros son despreciables. Aunque están bellamente caracterizados, en un estilo que pone la piel de gallina, sus caracteres son completamente humanos, con voces humanas y preocupaciones humanas. Son cuadrúpedos con etiquetas de perros, no son perros.
Este es el quid de la cuestión: rara vez los perros llegan a ser perros. En la película son un elenco de lindos y confusos reemplazos humanos. Esta antroporfización abarca desde la simple atribución de emociones y deseos humanos a los perros (ver “Lassie” “Benji”) hasta el inexplicable género de perros que destacan en deportes profesionales humanos (“Air Bud” y “Soccer Dog”).
Perros en Internet
En Internet el perro sufre una tergiversación peor. En una típica imagen el perro está posando de una forma típicamente humana, como si estuviera al teléfono, sentado a la mesa o usando auriculares, y vestido con atuendo humano: gafas, traje y corbata del tamaño de un perro… incluso pantis.
A pesar del malestar que debería suponer, estas imágenes se consideran divertidas.
Otras veces las expresiones de los perros se confunden y se las vincula con expresiones humanas, como la imagen de un perro “sonriendo” (una expresión que en realidad significa que el perro está asustado o preocupado) utilizada para indicar placer.
Los “memes” y los cineastas del mundo no tienen, y es justo decirlo, la intención de hacer cine realista sobre perros. Entiendo que las imágenes son para evadirnos, no son ciencia. Pero creo que debería ser posible hacer películas e imágenes que respeten al perro como perro.
¿Cómo debería verse a los perros?
Por supuesto no habría perros hablando en lenguaje humano y con motivaciones humanas. Seguiría sus latidos, sus narices y tendría una óptica del mundo desde una altura de un metro aproximadamente.
Aquí encuentro razones para el optimismo en un determinado tipo de GIF’s o vídeos cortos que en lugar de presentar al perro como el humano peludo que queremos que sea, muestra el comportamiento natural de un perro. Perros revolcándose en la nieve, dando saltos a la espera del paseo; olfateando, lamiendo o agitándose con entusiasmo.
excuse me this is important pic.twitter.com/jVRbt5MUde
— kelly johnson (@ohheyohhihello) 22 de marzo de 2018
Perros revolcándose en la nieve, dando brincos ante la posibilidad de un paseo, olfateando o lamiendo o meneándose.
Bin down de park for some zoomies in de snow. Just as well@I haz a pink jump jump or you wouldn’t see me! ❄️❄️❄️ pic.twitter.com/7ZkTwRdGx0
— Pebble PR Terrier (@PebbleTerrier) 18 de marzo de 2018
El placer de estos GIFs está en la expresión de alegría del perro – quizá reminiscencias de emociones que solíamos sentir de pequeños, y que ya no sentimos. Rara vez estamos en un frenesí de alegría como este. Pero encontramos un disfrute contagioso en la forma de ser desinhibida de un perro.
Cuando veo a estos perros, también siento la extrañeza de observar el mundo a través de sus ojos (o mejor dicho su olfato). No son cuadrúpedos parlantes que buscan pareja, ansían conseguir un buen trabajo y establecerse. Sus motivaciones no están claras, lo que olfatean es desconocido. Incluso parece increíblemente sorprendente que compartamos una casa (y en mi casa, un sofá).
¿No deberían ser esas emocionantes stories o instantáneas que compartimos, aquéllas que tratan de considerar al perro como Otro -desde el punto de vista de algo o alguien ajeno a nosotros- en lugar de simplemente superponer nuestra historia a la de ellos? Si somos tan incapaces de imaginar la perspectiva de otro ser vivo, sólo seremos capaces de observarnos a nosotros mismos. Para ello, no nos hará falta levantar la mirada de nuestros ombligos.
Nuestra opinión
Llevamos tiempo reflexionando sobre los temas sobre los que habla Alexandra en el artículo. Cada día el número de perros aumenta (algo que también debería ser tema de reflexión) pero no prestamos atención ni a su calidad de vida, ni a sus necesidades etológicas, ni la sociedad muestra demasiado interés en conocer más a ese animal con el que muchos compartimos vida y que consideramos uno más de nuestras familias.
Desde Anut creemos que es muy importante una labor de concienciación social sobre que es realmente un perro, sobre lo que implica compartir tu vida con uno y sobre las necesidades individuales y como especie.
La visión antropocentrista no solo afecta a los perros, todo lo que rodeada a la humanidad es antropomorfizado en base a nuestras necesidades. Realmente, tenemos poca capacidad para mirar más allá de nuestros ombligos.
Por eso desde Anut apostamos por una educación canina basada en el estudio y la investigación seria y científica del perro. Trabajamos siempre de forma respetuosa con el animal y buscando satisfacer sus necesidades. No buscamos perros que sepan hacer malabares, queremos perros que sean felices y humanos que sean felices junto a sus perros. Queremos que aquellos que nos piden asesoramiento entiendan realmente a sus compañeros para poder llegar a una relación más profunda y equilibrada.
¿Cómo podemos ayudarte a ti y a tu perro?
Los educadores caninos a domicilio de Anut Educación Canina trabajan en toda la provincia de Segovia. Podemos ayudarte en múltiples campos, desde la educación básica de un cachorro o perro adulto hasta la rehabilitación de perros con problemas de comportamiento. Todo realizado de una forma seria y respetuosa con tu compañero canino. Si tienes cualquier duda estaremos encantados de responderte tanto por teléfono llamando al 697 322 727 como por correo electrónico en info@anut.es