Alimentar de forma saludable a nuestro perro va más allá de tirar en el carro del supermercado el primer saco que vemos. Son muchísimos los factores que tendremos que considerar para intentar hacerlo bien:

  • ¿Cuáles son las características físicas del perro? Tamaño, edad, raza…
  • Sus necesidades y modo de vida: nivel de actividad, si tiene alguna patología previa…
  • Nuestra “filosofía” para alimentarle: ¿se alimentará únicamente de pienso? ¿Elegirás una combinación de pienso y comida enlatada? ¿Alimentación mixta, natural y comercial? Las posibilidades actualmente son casi infinitas.
  • Y, evidentemente, nuestra economía será algo a tener en cuenta, aunque hay muchísimas más opciones de las que podemos pensar a priori.

Aunque todo esto son variables que debemos considerar, la más importante de todas será estar dispuesto a aprender. Invertir en el conocimiento y en la buena alimentación de tu peludo, además de ofrecer mejoras en la salud y comportamiento de tu perro, acabarás ahorrando en veterinario y en tratamientos crónicos futuros. 

¿Cuáles son las necesidades de tu perro?

Lógicamente, las necesidades nutricionales de un pequinés no son las de un mastín, igual que las de un perro de 14 años difieren de las de un cachorro de 3 meses. Más allá de lo evidente, debemos considerar otras cuestiones. Una que en ocasiones obviamos es el clima y la estación del año: si estamos en una zona de inviernos duros, tendremos que aumentar las calorías y las grasas durante esos meses, pasando a comidas más “ligeras” en verano.

Nivel de actividad

Si tu perro requiere mucha actividad física, es un perro deportista o extremadamente nervioso, su consumo energético será más elevado, por lo que tendrá que recibir más cantidad de comida. Estos son algunos de los casos en los que puede ser aceptable añadir una pequeña porción de cereales que aporten ese combustible extra.

Por el lado contrario, en perros muy sedentarios u obesos, tendemos a reducir (en ocasiones, de forma demasiado drástica) la cantidad, en lugar de incrementar su actividad física. El perro necesita una cantidad mínima de alimento para que su organismo funcione con normalidad: dejarlo con hambre excesiva sólo aumentará su ansiedad por la comida y la probabilidad de robos indeseados. Aumenta 10 o 15 minutos la duración de sus paseos y dale una ración adecuada.

Predisposición a patologías o enfermedades ya presentes

Dejando a un lado el tema de las alergias, que merece una entrada aparte, muchas de las patologías del perro pueden mejorar con la dieta: problemas hepáticos, renales, digestivos… Además, debemos recordar que existen razas predispuestas a ciertas enfermedades (perros molosos y problemas articulares, dálmatas y la sordera…).

Por eso, antes de saber cuál será la dieta ideal para nuestro perro haremos una reflexión profunda sobre su estado de salud actual, si ha tenido problemas reseñables en el pasado o si sabemos si tiene predisposición genética a otros en el futuro. Para todo ello, puede ser una buena idea hacerle una revisión en su veterinario si no contamos con analíticas recientes.

¿Qué presupuesto vas a destinar?

En el mundo del pienso, como en todo en la vida, hay gamas y los piensos de calidad suelen tener precios elevados. Que no es lo mismo que “todos los piensos caros son de calidad”. Si queremos proteínas de calidad y poco relleno, la carne no cuesta lo mismo que el maíz. En el blog iremos descubriendo alternativas, seguramente menos conocidas pero mucho más saludables, y que no supondrán tu ruina económica.

Por eso señalamos la economía como un factor clave, pero no tanto como pensamos. En cuanto cambies el foco de los piensos que sueles ver en el supermercado y en tu clínica veterinaria, descubrirás muchas marcas que ofrecen piensos de gran calidad a precios muy competitivos. Investigando un poco, encontrarás opciones alrededor de los 3,50 o 4€ por kilo mucho más saludables que las que comprabas hasta ahora a 7. 

Además, debemos tener en cuenta que la ración diaria correspondiente a nuestro perro no tendrá nada que ver si comparamos un pienso de gama baja y uno de gama alta. Un perro adulto de 30 kg y actividad media, según las tablas de ración recomendada, tendría que comer unos 300 g de True Instinct, mientras que la ración de Friskies parte de los 400 g diarios. Es decir, necesitamos un 25% más de pienso para alimentar al mismo perro con el pienso barato que con el de gama media o alta.

Reglas para elegir un buen pienso para perros

La proteína animal debe constar como el primer ingrediente. Si tiene cereales, no superarán el 25 o 30% de la composición total, y serán arroz integral o avena mejor que trigo o maíz. Puedes leer sobre algunas alternativas al pienso más naturales en este artículo.

Primera regla universal: un pienso que puedes comprar en el supermercado, es pésimo.

Sea o no de marca blanca, no importa. Como ejemplo, esta es la composición de una de las marcas más conocidas que podemos encontrar en muchos de los supermercados más habituales:

Cereales (cereales integrales 62%) · Carnes y subproductos animales (8%*) · Aceites y grasas · Subproductos de origen vegetal, extractos de proteínas vegetales y sustancias minerales.

Aunque no estés muy puesto en nutrición canina, seguro que te suena la moda “grain free” o “sin cereales”. La mayoría de fabricantes, conscientes de que cada vez nos preocupamos más por la alimentación de nuestros perros, empiezan a lanzar sus gamas “premium” sin cereales, por supuesto, a precios muy superiores a las estándar. ¿Puede entonces un pienso con un 62% de cereales ser una alternativa saludable para un perro? La respuesta es NO, no puede ser una buena opción. Ni siquiera debería ser una opción.

Segunda regla universal: si lo anuncian en la televisión, también es pésimo.

Vamos a hacer el mismo ejercicio: elegimos una de las marcas más anunciadas y leemos su composición:

Pollo (20%) · Proteínas deshidratadas de ave · Trigo · Arroz (10%) · Maíz

Grasa animal, estabilizada con una mezcla de tocoferoles de origen natural, harina de maíz, proteína de soja, proteínas animales hidrolizadas, pulpa de remolacha, proteína de maíz, aceite de pescado, proteínas plasmáticas,fuente natural de inmunoglobulinas (0,4%), sal, cloruro potásico, difosfato de tetrasodio (0,29%), polifenoles naturales (0,01%).

Al ver un 20% de pollo como primera opción, podemos pensar que la cosa mejora. Pero, ¿hasta qué punto? En la composición del pienso para perros,  como en los nuestros, los ingredientes están ordenados según la cantidad, del mayor porcentaje al menor. Con esto en mente, sólo especifican un 20% de pollo y un 10 de arroz, por lo que nos toca calcular (o más bien, intuir) el resto de cereales:

  • Sabemos que el trigo será más del 10% y, como mucho, el 20%
  • 10% de arroz
  • El maíz puede llegar al 10%
  • En cantidades menores encontramos harina de maíz, proteína de soja y proteína de maíz.

Con esta información sabemos que, fácilmente, el porcentaje de cereales en este pienso (entre los más vendidos de Amazon) estará como mínimo alrededor del 30-40%. Como mínimo.

Tercera regla universal: huye siempre del pienso de colores.

Los piensos de gama alta, los que para nosotros son aceptables, son de color marrón. No es que las galletitas naranjas sean zanahorias y las verdes espinacas, es que es un pienso lleno de colorantes. Aquí no creo que haga falta mucho análisis más allá del sentido común, junto con los precios que suelen tener. Si queremos que nuestro perro coma relativamente bien por 1€ el kilo, nos tocará leer y asesorarnos.

¿Cómo vas a alimentarle?

Como has visto, elegir un buen pienso para perros no es tan fácil como quizá habías pensado, pero tampoco es misión imposible. Si has decidido que coma exclusivamente pienso, tendrás que elegirlo con más detenimiento que si vas a optar por una dieta mixta. Busca composiciones bien detalladas, bajas cantidades de hidratos y sin ingredientes artificiales.

Si a día de hoy utilizas el pienso más barato que puedes encontrar (a 1 o 2€ el kilo), es posible que podamos recomendarte otro que consideremos aceptable y de un precio similar. En este caso, también puedes plantearte empezar a darle alguna toma semanal de comida natural. Para un perro de 10 kilos, 1 kilo de carne nos puede dar 8 días de comida, que añadiendo verduras y arroz, estará infinitamente mejor alimentado y puede ser incluso más barato.

En caso de que optes por una alimentación mixta (pienso y comida natural), puedes ver el pienso como un complemento y elegir alguna proteína que no suelas incluir en tus menús naturales. 

Tanto si has optado por pienso y tienes algunos candidatos en mente, como si estás decidido a dar el salto a la comida natural pero tanta información en internet te está saturando, podemos ayudarte a que tu peludo coma de forma más saludable de la forma que mejor se adapte a los dos