¿Qué es el mantrailing?
Se trata de una disciplina en la que el perro, apoyado por el guía humano, debe rastrear a una persona a través de su olor de referencia hasta encontrarla. A un nivel muy genérico se trata de explicarle al perro que ahora, en vez de un corzo, un conejo o cualquier otro animal no humano ahora debe buscar al humano.
Sin embargo, todo se vuelve cada vez más complejo por los factores externos. Debemos aprender como afectan a la dispersión del olor las corrientes de vienta, las condiciones térmicas, la humedad… Durante una búsqueda debemos observar y analizar a nuestro perro pero también el entorno y todo lo que ocurre en él para saber lo que está pasando.
Una de las particularidades que distinguen el mantrailing de otro tipo de búsquedas como grandes áreas o en escombros es la búsqueda por olor de referencia.
El olor de referencia
Cada ser humano tenemos una huella olorosa, una especie de huella dactilar, que es única. Aunque otros olores puedan superponerse (perfumes, ropa, gomina…) la huella olorosa sigue ahí y el perro es capaz de distinguirla, discriminando el olor de una persona del de otra. De forma constante, un ser humanos está desprendiéndose de partículas microscópicas con diversos compuestos químicos y clases de bacterias¹. La capa externa de la epidermis está desprendiendo de forma constante “escamas”. Algunos datos para ver la importancia de esta huella.
- Hay un desprendimiento aproximado de 40.020 partículas por minuto.
- El perro necesita 9.000 moléculas para percibir el olor de forma correcta.
Además, de la interacción entre las bacterias sobre las células desprendidas, surge una especie de vapor que será de gran importancia en la búsqueda.
La combinación de esto genera esa huella olfativa que permitirá al perro discernir por donde se ha desplazado una persona en concreto.
Cuando iniciamos una búsqueda en mantrailing, debemos mostrarle al perro el olor de referencia, es decir, la huella olorosa de las persona a la que tiene que encontrar. Esto se hace a través de una muestra. Es muy habitual que se utilice ropa, pero puede ser cualquier cosas que lleve algo de ese olor: una superficie que la persona haya tocado, su sudor…
¿El mantrailing es eficaz?
¡Por supuesto! De hecho su uso procede del mundo operativo. Cada vez más se utiliza el mantrailing en la búsqueda de personas desaparecidas, quieran ser encontradas o no. Por supuesto, no vale para todas las situaciones. El tiempo que haya pasado desde la desaparición es un aspecto clave ya que el olor va desapareciendo y la búsqueda se irá complicando hasta hacerse imposible.
¿Cualquier perro puede practicarlo?
Es una de las que me encantan del mantrailing, cualquier perro puede practicarlo, da igual edad o raza. De hecho, es común que lleguen a los grupos de trabajo perros que se han tenido que retirar por edad de otras disciplinas como agility u O.C.I.
Mi perro tiene problemas de comportamiento… ¿puede practicar mantrailing?
En la mayoría de los casos no solo puede si no que le repercutirá de una forma muy positiva. En nuestros grupos de mantrailing es habitual que participen perros con reactividad a personas. Los resultados son fantásticos, en seguida pasan de ver al ser humano como algo atemorizante a un objetivo al que rastrear. Empiezan a asociarlo a buenas experiencias y esto se traslada al día a día del perro y su entorno. Para mi, el mantrailing tiene grandes posibilidades como complemento en el trabajo de problemas de comportamiento.
Beneficios de practicar mantrailing
Esta disciplina está poniéndose de moda por todos los beneficios que aporta al perro, su guía y la relación entre ambos. Más allá de poder ser un complemento para rehabilitación de problemas de comportamiento otros beneficios son:
- Fortalecimiento del vínculo. En general, practicar y pasar tiempo con nuestros perro, ayudará a fortalecer el vínculo que existe entre nosotros. En mantrailing esto es multiplica. Es un trabajo de dos: el perro debe buscar pero su humano debe estar para apoyarle, para interpretar. Saber por qué el perro hace lo que hace, descifrar que está ocurriendo con el olor en base al comportamiento del perro y su relación con la orografía, corrientes de aire, condiciones térmicas, etc. hace que debamos esforzarnos por observar al perro y comprender como funciona su mente a un nivel más profundo.
- Estimula física y mentalmente al perro. Aunque normalmente los trails no son excesivamente largos, el esfuerzo realizado por el perro es muy importante. Ya sabemos que cuando un perro olfatea de forma intensa dedica muchos recursos en ello. Un trail que dure unos pocos minutos puede ser un ejercicio agotador para nuestro compañero: tiene que enfocarse en olor pero también pensar e interpretar el entorno.
- Fomenta la autonomía. En esta disciplina el perro debe estar constantemente tomando decisiones. Debe descartar zonas, hacer muestreos para asegurarse por donde ha ido la persona, adaptarse a la orografía… esto hace que el perro se vaya sintiendo más confiado y gane seguridad en sí mismo en el día a día.
- Le da al perro un objetivo. La mayoría de los perros han sido seleccionados con objetivos de trabajo: ya sea conducir ovejas, rastrear corzos, proteger a otros animales… la ausencia de un “trabajo” en los perros puede repercutir en la aparición de comportamientos problemáticos. No estoy diciendo que haya que hacer a nuestro perro un “perro de trabajo”. Pero aportarle una disciplina (que puede ser cualquier cosas que hagas a modo hobbie) practicada con cierta regularidad puede ser realmente beneficioso.
- Aprender a ignorar “distractores”. Aún recuerdo aquel trail con Apache, mi border collie fanático de perseguir gatos. El trail pasaba junto a una parcela donde había un montón de gatos, inmediatamente pensé “bueno, se acabó el trail”. Sin embargo Apache ignoró completamente a los gatos, siguió y terminó el trail encontrando a la persona. Después, al volver me llevó a los gatos. Cuando un perro entra en “modo trabajo” es frecuente que ignore esos estímulos que en otras situaciones pueden desencadenar conductas que no queremos que aparezcan (ladrido en valla, persecución de coches, ladrar a ganado…). Esto, realizando un diseño adecuado, puede convertirse en una forma muy eficaz de ir eliminando progresivamente esos comportamientos.
- Un perro feliz. El ejercicio (bien planteado) estimula la producción de serotonina. Además, tiene un efecto de reductor de estrés. Para esto, es imprescindible como se plantee el entrenamiento. Si quieres participar en un grupo de mantrailing te recomendamos que te asegures de que utilice metodologías amables, libres de aversivos. Y a poder ser, que trabaje desde la calma.
- Aprenderás a “leer” a tu perro. En mantrailing es imprescindible observar a nuestro perro ya que esto nos dará mucha información sobre el ejercicio. Poco a poco, aprenderás a interpretarle y descubrirás un montón de pequeñas señales que te aportarán información sobre qué piensa y como se siente en el día a día.
- Fomenta la calma. ¿Cómo un ejercicio activo puede fomentar la calma? Es sencillo, si el ejercicio está bien estructurado, evitaremos excesiva excitación para que el perro pueda profesar la información de una forma más efectiva. Además, pasar del “modo búsqueda” al modo descanso le enseñará al perro a activar y desactivarse. Para esto, debemos estructurar muy bien los protocolos de trabajo.
- Odorología forense. Identificación molecular del olor humano con perros. Rosillo, M.R.
¿Quieres hacer mantrailing? Si estás en Segovia o en Madrid, escríbenos al 697322727 o info@anut.es para ver si hay plazas en alguno de nuestros grupos. Aquí puedes ver más información de cómo realizamos esta actividad.