En los últimos años se han extendido muchísimo los piensos grain free o sin cereales y prácticamente todas las marcas han sacado versiones de este tipo. Hemos pasado de alimentar a nuestros perros con piensos baratos de supermercado o de conocidas marcas veterinarias, cargadas de cereales, a piensos premium sin ningún tipo de cereal, aunque la mitad sea patata, calabaza o remolacha. Pero, ¿un pienso es de calidad sólo por no llevar cereales? Una vez más, la respuesta es NO. Veamos por qué con una composición de pienso grain free como ejemplo:
Pollo (19,5 %) · Tapioca (19 %), Proteína de pollo deshidratada (19 %) · Almidón de guisante · Manteca · Guisantes deshidratados · Proteína de guisante · Pulpa de remolacha deshidratada (3%) · Proteína de pavo deshidratada · Autolisado · Minerales · Remolacha deshidratada (0,5%)
Además de no especificar los porcentajes de todos los ingredientes (¿cuánto almidón de guisante? ¿Cuánta manteca?…), el contenido animal no alcanza el 40% (en negrita). Que no lleve maíz o trigo, no implica que sea sano: un pienso para perros sin cereales, si está compuesto por un 60% de tapioca, patata, legumbres, calabaza o guisantes, no será adecuado para la dieta de un carnívoro. Por muy “grain free” que sea.
Cereales e hidratos de carbono en la dieta de los perros
El debate de los cereales va más allá de los piensos. A nivel nutricional, existen toneladas de publicaciones sobre si los perros siguen siendo carnívoros “estrictos” (como defienden por ejemplo los pro BARF), o si han evolucionado en nuestra compañía, llegando a poder digerir y asimilar cierto porcentaje de hidratos de carbono en la dieta (como defienden numerosos veterinarios).
En lo que existe un amplio consenso es en que no deben alimentarse en porcentajes del 40 o 60% de hidratos de carbono: está demostrado que su organismo no está diseñado para eso. El perro no necesita cereales en su dieta; en estado salvaje, obtendría los hidratos de carbono del contenido estomacal de sus presas (frutos, bayas, etc.), por lo que podéis imaginar que la proporción no es muy alta.
Una vez tenemos claro que la cantidad de hidratos de carbono debe estar limitada (hasta un 15 o 20%), coge el saco de pienso que tengas en casa. Busca en la tabla nutricional el porcentaje de hidratos de carbono. Mira bien… Donde dice “Proteínas, Grasa, Fibra, Humedad…”. Sorpresa: no está. Descubrir la cantidad de HdC de una comida comercial para perros, ya sea pienso o enlatada, puede ser un reto mayor de lo que esperabas.
Si sumamos todos los porcentajes, por descarte, obtendremos el porcentaje de hidratos de carbono que contiene. El pienso que utilizamos de ejemplo en la composición que presentamos al principio tiene esta tabla de componentes analíticos:
Proteína bruta: 25,0% · Aceites y grasas brutos: 15,0% · Ácidos grasos Omega 6: 2,0% · Ceniza bruta: 6,5% · Fibras brutas: 3,0%
En este caso, los porcentajes suman un 51,5%, por lo que la cantidad de hidratos de carbono será de un 48,5%. Como vemos, a pesar de ser un pienso grain free, tiene hidratos de carbono en cantidad muy superior a la adecuada para un perro. Será más saludable un pienso que lleve un 20% de avena (un cereal) como única fuente de hidrato, que uno con un 45% de calabaza, por mucho que ésta no sea un cereal; y siempre preferiremos un pienso con cereales limitados, a uno sin cereales cuya proteína es, en su totalidad, subproductos.