En ANUT, sabemos que la gestión ética de colonias felinas es la única vía para garantizar el bienestar de los gatos comunitarios y una buena convivencia entre vecinos. Un plan de gestión bien estructurado no sólo facilita la implementación exitosa de proyectos C.E.R. (Captura, Esterilización y Retorno), sino que su aprobación es requisito imprescindible para que los ayuntamientos puedan optar a subvenciones, como las del Ministerio de Asuntos Exteriores y Agenda 2030.

Aquí detallamos los puntos clave que debe incluir un plan de gestión ética de colonias felinas para que sea útil y efectivo.

Marco legal

El primer paso es justificar por qué la responsabilidad de gestionar las colonias felinas recae en los ayuntamientos. Deberemos repasar la legislación nacional (principalmente la ley 7/2023, de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales), autonómica y municipal.

La mayoría de ordenanzas municipales deben ser revisadas ya que, al haber sido aprobadas previamente a la ley estatal, muchas no especifican como corresponde la protección de la que disfrutan ahora los gatos comunitarios.

Debemos incluir un apartado de conceptos básicos: gato comunitario, abandonado, merodeador… Qué implica un abandono, un maltrato o una reubicación. Este documento será aprobado por administraciones públicas, luego debemos ser rigurosos en su redacción y asegurarnos de que todo lo descrito cumpla con la normativa vigente.

Puedes encontrar información muy útil y detallada sobre legislación relativa a colonias felinas en el blog del Instituto de Protección Animal.

Ámbito de actuación y duración

Lo normal es que estos planes tengan una duración indefinida: gestionar las colonias felinas llevará años y el éxito del proyecto dependerá de muchos factores (tasa de abandono de la zona, planificación de las capturas C.E.R., el número de individuos que podamos esterilizar en cada jornada…).

Respecto al ámbito de aplicación del plan de gestión, lo más frecuente es que se apliquen a nivel municipal. En el caso de municipios con poca población puede resultar interesante la colaboración entre varios o incluso constituir una mancomunidad: esto permitirá optimizar recursos humanos y económicos, además de ofrecer puntos extra en la subvención del Ministerio de Asuntos Sociales.

Análisis previo

El siguiente paso será conocer la situación real del municipio: dónde están las colonias, cuántos individuos las componen, quiénes son las voluntarias de cada zona, si se ha comenzado a esterilizar o los problemas que puedan ocasionar las colonias (como conflictos vecinales, vandalismo o puntos negros donde aparecen con frecuencia gatos abandonados). Debes considerar los siguientes aspectos:

  • Situación vecinal y de salubridad.
  • Tasa de abandono en el municipio y ubicaciones problemáticas.
  • Personas y asociaciones implicadas actualmente en el cuidado de las colonias.
  • Situación de la población felina.
  • Actuaciones realizadas hasta la fecha de redacción del documento.

Modelo 1. Checklist

Para facilitar la recogida de todos estos datos, te facilitamos una plantilla que recoge las principales medidas de Protección y Bienestar Animal que los ayuntamientos deben tener implementadas.

Censo y mapeo de colonias

Con los datos recogidos en la fase anterior, debemos crear una serie de documentos que los conviertan en información útil (también te dejamos plantillas descargables de cada uno):

Acondicionamiento de las colonias

Una vez conocemos la ubicación de las colonias, analizaremos la situación específica de cada una para garantizar la seguridad de los animales y paliar las consecuencias que puedan resultar molestas para otros vecinos.

Se establecerán puntos de alimentación controlados y abastecidos por voluntarias autorizadas, asegurando que se hace siguiendo las pautas de nutrición e higiene globalmente aceptadas. Esto evitará imágenes desagradables de sobras de comida humana en las calles o gatos rompiendo las basuras en busca de alimento.

Proporcionar refugios adecuados que protejan a los gatos del clima extremo y les brinden un lugar seguro para descansar, siempre garantizando que utilizamos materiales de fácil limpieza y desinfección y evitando el uso de mantas o textiles donde suelen proliferar pulgas y otros parásitos.

¿Deben señalizarse las colonias felinas?

Éste suele ser un tema que causa grandes debates. En nuestra opinión, hay que valorar de forma individual si es adecuado señalizar las colonias y los puntos de alimentación o, si por el contrario, es mejor que pasen lo más desapercibidas posible. En lugares con una población y ayuntamiento concienciados, encontramos señales que indican que son colonias controladas o de limitación de velocidad para evitar atropellos. Por contra, en zonas más duras, mantener las colonias de forma discreta evitará que se conviertan en puntos de abandono o, peor aún, maltrato, vandalismo, envenenamiento…

Redacción de protocolos

Es fundamental que todas las personas y entidades implicadas en este proyecto sepan cómo actuar ante las distintas situaciones que pueden darse: encontrar un gato claramente casero abandonado en una colonia, que alguno esté enfermo o haya sufrido un accidente, que la colonia esté ubicada en un lugar peligroso para ellos… Cuanto mejor detallados estén estos procedimientos, más precisas serán las actuaciones de los voluntarios y el personal municipal que llevarán a cabo el proyecto C.E.R.

  • Cómo se cuidan y gestionan las colonias: lo ideal es contar con una guía de buenas prácticas que especifique cómo se va alimentar, en qué condiciones se realizarán las capturas y el traslado de los gatos, las horas de recuperación que se mantendrán cautivos, instrucciones para el retorno, etc. Cuanto más detallado esté, más fácil nos resultará la gestión posterior de las colonias y de las voluntarias.
  • Qué hacer cuando:
    • localizamos un nuevo individuo en la colonia o un animal abandonado, enfermo o fallecido en la vía pública (el modelo de la plantilla sirve también para notificar si hemos perdido a nuestro animal).
    • Si el animal está atrapado en una propiedad privada, caso en el que el ayuntamiento deberá mediar con el propietario. En ocasiones, necesitaremos también permiso del ayuntamiento para actuaciones en la vía pública, especialmente si vamos a interferir con el tráfico o vamos a afectar al resto de vecinos de algún modo.
    • Hay individuos en la colonia susceptibles de ser adoptados.
  • El procedimiento a seguir para dar animales en adopción o acogida, especificando qué gatos pueden ser candidatos; debemos tener en cuenta que no todos los gatos comunitarios podrán adaptarse a la vida en un hogar.
  • Gestión y mediación de conflictos entre alimentadoras y con vecinos.

Colaboradores

Más allá de la cooperación entre diferentes departamentos municipales (bienestar animal, sanidad, medio ambiente, servicios sociales, urbanismo…), para garantizar el éxito del plan de gestión es necesaria la colaboración con más agentes.

La Ley 7/2023 obliga a los ayuntamientos a brindar atención veterinaria las 24 horas del día a los gatos comunitarios. Esto hace que, en ocasiones, haya que buscar al menos dos clínicas veterinarias.

Necesitaremos también que las asociaciones locales gestionen el voluntariado; de no existir este tipo de entidades, lo ideal es que se constituya una a este efecto. Por cuestiones legales, las administraciones públicas sólo pueden recurrir al voluntariado para tareas puntuales, pero no para labores recurrentes como es el cuidado y gestión de las colonias felinas. Esto hace casi inevitable que para la acreditación, formación y registro de las alimentadoras, sea una asociación la que deba tratar con el ayuntamiento.

Además de la asociación local, en función de las instalaciones municipales puede ser necesaria la colaboración de una protectora que disponga de refugio con núcleo zoológico autorizado. Pocas localidades disponen de una gatera municipal y, lamentablemente, las casas de acogida aptas escasean; esto, sumado a que la esperanza de vida de un gato casero que es abandonado es de sólo 15 días, hace vital contar con una entidad que nos dé apoyo para ayudar a estos animales a los que el humano ya ha fallado.

Es fundamental para garantizar la salud pública que los municipios dispongan de un servicio de recogida de cadáveres, por lo que debemos contactar también con empresas o veterinarios que nos presten este servicio.

Con el fin de coordinar y facilitar las comunicaciones entre estas partes, es ideal que se configure una mesa de bienestar animal; además, establecer la figura de un mediador entre el ayuntamiento y el voluntariado puntúa en algunas de las subvenciones destinadas a la gestión de colonias.

Planificación C.E.R.

Gran parte de los municipios de España tienen una superpoblación felina que impide que podamos desarrollar todas estas funciones en unas pocas semanas. Por ello, con el fin de optimizar los recursos tanto humanos como económicos, es fundamental no empezar las actuaciones hasta que tenemos un análisis preciso y una planificación realista.

Debemos tener en cuenta que los gatos, además de ser desconfiados por naturaleza, aprenden: la primera vez que hacemos capturas en una colonia, conseguiremos capturar a muchos, pero en ocasiones sucesivas se complicará exponencialmente. El objetivo debe ser realizar una única actuación en cada colonia que permita la captura del 90% de los gatos que la componen.

Una vez redactados los protocolos para la captura segura y ética y ya capacitado el personal implicado, deberemos establecer en qué orden vamos a desarrollas las actuaciones, en función de las características de cada colonia. Además de la esterilización, la ley obliga a vacunar, microchipar y desparasitar a los gatos comunitarios. Dada la poca sociabilidad de estos animales, es preferible aprovechar la anestesia de la esterilización para llevar a cabo estos tratamientos complementarios.

Educación y concienciación comunitaria

Los ayuntamientos juegan un papel fundamental en la creación de comunidades responsables, y esto incluye la convivencia con nuestros amigos de cuatro patas. Atajar el problema del abandono en España pasa necesariamente por acercar la ética animal a las etapas escolares; actividades como talleres educativos en escuelas de primaria pueden acercar a los niños la importancia de cuidar y respetar a los animales, previniendo el maltrato y promoviendo valores de empatía y responsabilidad en las futuras generaciones.

Pueden subvencionar campañas de identificación y esterilización, organizar paseos en grupo con perro y actividades caninas junto a profesionales actualizados son otras iniciativas que pueden fortalecer el vínculo entre los guías y sus animales, al mismo tiempo que crean un sentimiento de comunidad. Estas actividades no solo educan, sino que también fomentan la interacción social y el respeto mutuo, creando un entorno más agradable para todos.

Desarrollar campañas de concienciación sobre la importancia del C.E.R. y la gestión ética de colonias felinas ayudará a que un mayor número de vecinos se implique, así como a validar y reconocer la labor de las voluntarias.

Un error habitual campañas pasadas y actuales, es que se destinan a quienes tenemos a nuestros animales censados. No tiene sentido perseguir o intimidar a quienes ya cumplimos las normas: el objetivo fundamental de estas actuaciones debe ser alcanzar al máximo de población posible. Todos los ciudadanos deben saber qué hacer si se encuentran un perro abandonado o un gato herido, conocer sus responsabilidades como tutores de un animal y los derechos de los animales que viven en la calle, en este caso, los gatos comunitarios.

Formación

Ofrecer programas de formación para voluntarios y alimentadores, cubriendo temas como la captura segura, alimentación adecuada y los protocolos a seguir, garantizará que se siguen las necesarias medidas de evaluación del programa y el buen estado de las colonias. Acreditar a estas personas significa poner en valor su función y asegurarnos de que conocen las buenas prácticas para llevarla a cabo.

Esta formación debe alcanzar también al personal municipal, tanto administrativo, como a los cuerpos de seguridad si la localidad cuenta con este servicio.

Financiación y Subvenciones

El presupuesto municipal debe incluir una partida destinada a Protección y Bienestar Animal, asignando fondos para la implementación y el mantenimiento del programa de gestión ética de colonias felinas. Como todo proyecto a largo plazo, el mayor esfuerzo habrá que realizarlo en los primeros ejercicios, pues tendrá que contemplar:

  • Materiales: jaulas-trampa, transportines, adecuación de las colonias, etc.
  • Costes veterinarios más elevados, al tener que esterilizar e identificar a la inmensa mayoría de individuos.
  • Formación al voluntariado y al personal municipal.
  • Campañas masivas de convivencia responsable e informativas sobre el proyecto C.E.R.

Una vez superado el porcentaje de control, habrá que considerar los gastos de:

  • Alimentación.
  • Veterinario: atención veterinaria de nuevos individuos, animales enfermos o atropellados, etc.
  • Mantenimiento y suministros.

Ya hemos mencionado la subvención del ministerio para entes locales que gestionan sus colonias de forma ética; algunas diputaciones y comunidades autónomas también les ayudan a sufragar estos gastos. No debemos olvidar que, una vez se da cumplimiento a la ordenanza municipal y se aplica el régimen sancionador que en ella se establece, lo recaudado de esas sanciones puede destinarse a estas actuaciones de protección animal.

Evaluación y seguimiento

Cuando el 90% del censo felino municipal está esterilizado, el número total de individuos empieza a descender y podemos decir que la población está controlada. Llegar a ese momento supondrá el éxito de todo el proyecto y dependerá, en gran medida, de que se realice un seguimiento preciso y periódico que permita aplicar cuanto antes las posibles medidas correctoras que sean necesarias.

En función del volumen total de colonias y gatos que gestionamos, y de cómo hemos programado las actuaciones C.E.R., estos seguimientos tendrán periodicidad trimestral, semestral o anual.

  • Informe de seguimiento: las personas responsables del proyecto, ya sean personal municipal o de la asociación colaboradora, deberán supervisar que las colonias evolucionan favorablemente y se mantienen en las condiciones higiénico-sanitarias adecuadas.
  • Informe semestral o anual: además de esas visitas de seguimiento, deberemos solicitar a las gestoras que nos faciliten los datos de sus respectivas colonias. En función del número de gatos determinaremos la periodicidad adecuada, pero al menos será anual. Esto es lo que permitirá ver realmente la evolución del censo felino.

Conclusión

Un plan de gestión ética de colonias felinas bien estructurado es fundamental para el éxito de los proyectos C.E.R. y la mejora de la calidad de vida de los gatos comunitarios. Esterilizar gatos a cuentagotas en largos períodos de tiempo o sin un análisis previo preciso, sólo será un malgasto de recursos y una falsa creencia de que el método no funciona. Además, el plan facilitará la obtención de subvenciones y el apoyo de la comunidad. En ANUT, proporcionamos la orientación y el apoyo necesarios a los ayuntamientos para que puedan implementar estos planes de manera efectiva y sostenible, creando un entorno más compasivo y respetuoso con todos los seres vivos.