Para ponerte en contexto, los anquilostomas son pequeños parásitos en perros con forma de gusanos que se adhieren a las paredes del intestino con una especie de ganchos que salen de su boca. Los perros pueden experimentar pérdida de peso, heces con sangre, anemia y letargo.
Profundizando en el problema de la resistencia de los parásitos a los fármacos
La investigación publicada en se centró en galgos de carreras debido a que las condiciones en las que viven propician la aparición de estos parásitos (hecho que también implica que se produzcan desparasitaciones cada 3 o 4 semanas). Se analizaron heces tanto de galgos en adopción como de galgos de carrera en “activo”. Cuatro de cada cinco galgos dio positivo en este tipo de parásitos. Pero es que además, según Ray Kaplan, autor del estudio y profesor de parasitología en la universidad de Georgia, los galgos que dieron negativo probablemente también estén infectados ya que los anquilostomas pueden permanecer ocultos en los tejidos mientras se reproducen.
Lo más alarmante del estudio es que se encontraron altos niveles de infección en perros que habían sido anteriormente tratados.
Los parque para perros, lugar de proliferación de parásitos resistentes a los fármacos
Los autores de la investigación reflexionan sobre el potencial peligro de la proliferación de estos anquilostomas. A medida que estos perros se vayan adoptando y vaya compartiendo espacio con otros, se propagarán estos parásitos. Debido a esto recomiendan evitar los parques caninos hasta que se desarrollen nuevos fármacos que sean eficientes.
Una posible solución contra los parásitos resistentes a los actuales fármacos
Un reciente estudio asegura que estos parásitos si se ven afectados emodepsida, un desparasitante aprobado en e.e.u.u. para uso en gatos.
Recientemente la Asociación Estadounidense de Parasitólogos Veterinarios formó un grupo de trabajo para abordar el problema de los anquilostomas resistentes a los fármacos en perros.