Si has llegado hasta aquí seguramente tengas las piernas y las muñecas llenas de marcas de bocaditos de tu perro. Si alguna vez te has preguntado ¿por qué mi perro me muerde o mordisquea?, no estás sola, es algo realmente habitual. En este artículo, te ayudaré a entender por qué lo hace, cuáles son las posibles causas y cómo mejorar la situación. Aprenderás que, en la mayoría de los casos, estos mordiscos son parte del lenguaje de tu perro y no deben ser motivo de preocupación. ¡Continúa leyendo y descubre cómo comunicarte mejor con tu compañero peludo!
La realidad es que hay múltiples motivos por los que tu perro puede morder o mordisquearte. Sin embargo, antes de nada, debo decirte que la mejor opción es siempre consultar a un experto en comportamiento. Además, debemos diferenciar si tu perro te muerde con intención de hacer daño (lo menos probable) o no. Si tu perro te ha hecho heridas que han requerido puntos de sutura, no sigas leyendo. Tu caso deberá supervisarlo un profesional de forma individualizada. Ahora, exploremos otras causas de que tu perro te muerda.
Mi perro es cachorro
Lo primero que tengo que decirte es que es normal que un cachorro nos mordisquee. Si tienes un cachorro juguetón, probablemente has experimentado sus mordisquitos. Además, los dientes de los cachorros son cuchillas hasta que cambian la dentición. Es perfectamente normal que nos hagan pequeñas heridas y sí, es normal que te duela. Pero de nuevo, no te preocupes, es normal. Los cachorros exploran el mundo con la boca, ya que es su principal forma de interacción con su entorno. Mordisquear es su manera de descubrir texturas, conocer los objetos y aprender qué les gusta y qué no. Los cachorros aprenden a controlar la presión de su mordida interactuando con sus hermanos y su madre. Por desgracia, la separación suele producirse demasiado temprano. Por eso (y por mil razones más) si es tu caso te recomiendo encarecidamente que busques a otros cachorros de la edad de tu perro en la zona en la que vives, y que socialicen juntos.
Si en tu caso no dispones de ninguna de las dos cosas mi recomendación es que seas natural con tu cachorro. Propicia un juego calmado con él y si en algún momento te hace daño, para el juego para retomarlo después. Ojo, en muchas ocasiones somos nosotros los que provocamos la situación sobrestimulándolos. Deja que sea tu perro el que inicie el juego. Los humanos tendemos a querer que las cosas sean cuando nosotros queremos, pero aquí la naturaleza es sabia. Si sobreexcitas al cachorro, estarás garantizando que te mordisquee.
Por otro lado te recomiendo que redirijas esos mordisquitos hacia juguetes, así estarás creando un “historial de refuerzo” y acabará prefiriéndolos a tus manos (o tus zapatillas, pata de silla, etc.) Eso sí, que sean juguetes apropiados y divertidos.
Mi perro muerde para comunicarse
Algunos perros utilizan la boca para comunicarse con nosotros. Nos brindan información de su estado de ánimo, sus necesidades y su nivel de comodidad. A través de toques suaves con los dientes o de mordiscos delicados, pueden expresar afecto, solicitar atención o simplemente jugar. No te alarmes si tu perro te muerde suavemente mientras le acaricias, puede ser su manera de decirte que le gusta.
Así mismo algunos perros tienen muy seleccionado el comportamiento de “portar”. Portar significa llevar algo en la boca. Es típico cuando un perro de caza recupera un animal abatido por el cazador. Algunos perros lo utilizan para “guiar” a sus humanos. Por ejemplo, cuando te agarran la mano para llevarte a la cocina ¡es hora de cenar!
El juego, la boca y los mordiscos de tu perro
Es habitual que los perros utilicen la boca para jugar con nosotros. Si has notado que tu perro tiende a mordisquearte durante los momentos de juego, es probable que esté expresando su emoción. El juego es una forma natural de liberar energía y fortalecer el vínculo entre tú y tu perro. Hay opiniones para todos los gustos sobre jugar con las manos con nuestro perro. Creo que el problema no está en jugar con las manos, sino en que tendemos a la sobre excitación. Otro punto clave es que no es juego si los dos no queremos. Es decir, no es lo mismo jugar con tu perro que chinchar a tu perro.
Mi perro muerde por redirección
Cuando recibo llamadas con la frase ¡mi perro muerde! es habitual que sea este caso. Aquí ya entramos en otro tema, si tu perro realiza este tipo de “mordiscos”, deben saltarte las alertas. Lo primero, estas redirecciones se suelen caracterizar por ser “bocados” que no dejan marca, incluso a veces son al aire. Ocurren cuando el perro detona al ver un estímulo pero no tiene acceso a él. Por ejemplo, cuando un perro que muestra comportamiento reactivo hacia otro perro cuando va atado, ocurre a veces que redirige hacia lo que tenga al lado, aunque eso seas tú. No hay que tomárselo como que te lo ha hecho a ti, en ese momento, tu perro no está pensando ni gestionando la situación. No hay que trabajar sobre ese comportamiento, eso es el síntoma del problema, no la causa. Nuevamente, te recomiendo ponerte en manos de un profesional.
Marcajes
Tu perro puede gruñirte, enseñarte los dientes o incluso darte un mordisco sin apretar y eso no es necesariamente un problema. ¿Qué dices? ¡Te has vuelto loco! Pues no, es lenguaje. ¿Nunca has gritado de forma justificada a otra persona? En estos casos, hay que valorar cuidadosamente la situación para ver si hay un problema comunicativo entre tu perro y tú o está habiendo algún tipo de problema de comportamiento o convivencia. Más que decir ¡mi perro me muerde!, pregúntate qué ha ocurrido para que lo haga.
Por ejemplo, si tu perro está durmiendo plácidamente y tú lo empujas para quitarlo del sitio y él te marca… pues me temo que tu perro solo te está informando que eso no se hace, y estoy de acuerdo con tu perro. Hay formas más educadas de pedirle que se mueva.
Ahora bien, si tu perro te gruñe por acercarte por ejemplo al sofá, seguramente estemos ante un caso de protección de recursos. En este caso, tendremos que ayudarle a entender que no eres una amenaza.
En otras ocasiones esos marcajes pueden producirse porque el perro tiene algún tipo de molestia o dolor. Si tu perro nunca lo había hecho y ha empezado a hacerlo de pronto cuando le manipulas, acude al veterinario.
Una reflexión final sobre los mordiscos, tú y tu perro
Es fundamental comprender que las mordidas de los perros no tienen por qué ser un signo de agresividad, normalmente serán una forma natural de comunicación y juego. Siempre que tu perro no muestre signos de agresión real y no te cause heridas, no hay motivo para preocuparse. Recuerda que la educación y el conocimiento son clave para fomentar una relación segura y saludable con tu perro. ¡Disfruta de cada momento junto a tu peludo y construye un vínculo basado en el respeto y la comprensión mutua!